Sector Salud Honduras

Jackie Alger, una científica con infinita alma constructora

El 12 de julio de 2020 Proceso Digital publico una reseña biográfica de la Dra. Jackeline Alger, Coordinadora del Comité Consultivo de la Biblioteca Virtual en Salud de Honduras.  Esta reseña está disponible en el siguiente enlace y la transcribimos a continuación; https://proceso.hn/portadas/10-portada/jackie-alger-una-cientifica-con-infinita-alma-constructora.html
Según explican en el texto, parte de la información presentada fue obtenida de una publicación reciente como Perfil de TDR Global, disponible en el siguiente enlace: https://www.who.int/tdr/capacity/alumni/jackeline-alger/en/

Foto 1. En la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ginebra, Suiza, en noviembre de 2019.

Tegucigalpa -  Jackie Alger es discreta y modesta en su actuar, tras su apariencia suave hay una carrera científica y de servicio de larga data en favor de Honduras, su país, pero también para la humanidad en sí. 
Ella es una investigadora de primer nivel que ha contribuido con otros países del continente y, en general, con varias naciones del planeta, especialmente bajo el enfoque de la parasitología.


Siempre presente ante las situaciones difíciles del país como la actual crisis sanitaria generada por la presencia del COVID-19, esta investigadora ha sido parte, hasta recientemente, de la Plataforma Todos Contra el COVID-19, creadaa mediados de marzo de este año.

En la Plataforma, la doctora Alger ha podido contribuir en conjunto con sus colegas en equipos de asociaciones médicas, la Secretaria de Salud, SINAGER, entre otros grupos, en la preparación de protocolos y guías clínicas e informes técnicos acerca de una diversidad de temas y análisis epidemiológicos de la encuesta en línea de la sintomatología respiratoria , del diagnóstico molecular, evaluación de pruebas de diagnóstico rápido, infección en personal de salud y otros grupos poblacionales, las  recomendaciones sobre el tratamiento hospitalario y el tratamiento domiciliar temprano, entre otros. Los informes de estas contribuciones científicas son de dominio público y pueden encontrarse en la Biblioteca Virtual en salud de Honduras.


Esos documentos recogen retazos de la historia vivida en Honduras durante la pandemia y develan hechos que contextualizan una verdad algo incómoda para algunos, pero necesaria, en el marco del derecho a la información pública y como una herramienta para vencer la enfermedad.


La presencia de Jackie Alger en el equipo no ha sido extraña, allí junto a otros hondureños de gran nivel en la ciencia, ha sido parte inherente a los procesos que buscan el bienestar sanitario en Honduras, un país donde la precariedad del sistema sanitario se refleja con las más desgarradoras imágenes que se viven con la presencia del coronavirus que ya afecta a por lo menos 27,583 personas y que ha ocasionado 771 muertos, según las cifras oficiales. 


Foto 2. Encuentro de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Parasitología y Medicina Tropical, durante l XIII Congreso en Tegucigalpa en agosto del año 2017, con los delegados de San Cristóbal y Nieves, Costa Rica, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, y con los doctores Rina G. de Kaminsky y Jorge A. García de Honduras

Un largo recorrido para contribuir haciendo ciencia
La científica Jackie Alger reconocida como Médico del año 2019 por sus colegas y respetada por sus alumnos que encuentran en ella a una mentora excepcional.Jackie Alger es doctora en medicina y cirugía (Universidad Nacional Autónoma de Honduras); tiene una maestría y PhD en Parasitología (Graduate School, Tulane University, New Orleans, United States of America). Ella trabaja en el Servicio de Parasitología, Departamento de Laboratorio Clínico del Hospital Escuela, desde 1997 y en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAH, desde 2008.


Esta investigadora que creció en San Pedro Sula, Cortes, en una familia de ocho hermanos, ha recorrido un gran trecho en la investigación científica y ha estado presente en ese campo desde la clínica hasta en la cimentación de trabajos en el laboratorio y en el campo de enfermedades parasitarias como el paludismo, el mal de chagas , el zika y recientemente el COVID-19. 


Parte de su retrato de vida ha sido bien recogido en un artículo publicado por el Programa Especial de la Organización Mundial de la Salud para la Investigacion y Entrenamiento en Enfermedades Tropicales (TDR OMS), en el que la historia de esta hondureña muestra gente que hace sentir el orgullo de un país, que en medio de las vicisitudes se resiste a perder la esperanza. 


El escrito de TDR refleja como Jackie Alger es una apasionada de la investigación sanitaria, de la enseñanza y la creación de capacidades, en medio de las inequidades de un sistema de salud endeble. 


Esta científica que fue reconocida por su gremio, en 2019, como la “Médica del Año de Honduras”, privilegia el trabajo en equipo, las redes de conocimiento como fundamentos de avanzar en la dirección correcta, en un país donde la ciencia enfrenta dificultades para caminar.


Las investigaciones de Alger iniciaron en su época de estudiante en la UNAH, allí tuvo el privilegio de trabajar asistiendo en el laboratorio al doctor Pablo Cambar, reconocido como un gran maestro e investigador de la Alma mater hondureña.


Foto 3. La científica Jackie Alger reconocida como Médico del año 2019 por sus colegas y respetada por sus alumnos que encuentran en ella a una mentora excepcional.


Poco después conoció a la parasitóloga Rina G. de Kaminsky, su referente y quien le abrió la posibilidad de trabajar en proyectos de gran impacto como los parásitos protozoarios intestinales. Esta investigación la acercó a niños, sus padres y los entornos decadentes que le reforzaron su conocimiento de la exclusión en el país y su compromiso de combatirla desde su plataforma.


Su recorrido académico le llevó a realizar estudios de posgrado en parasitología  con  una  Beca Fulbright.  En 1992, el éxito en su maestría   en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans le propició realizar un doctorado  con una beca Paul C. Beaver, detalla la publicación de TDR que amplia diciendo que el trabajo de campo de su doctorado lo realizó en Colombia.


Para citar alguna de sus contribuciones, ella también trabajó en una investigación sobre Plasmodium  vivax, en el CIDEIM, Cali, Colombia, y más tarde  destacó su aporte sobre malaria en Honduras.


“Fue durante su estadía en Colombia  que se encontró  con el Centro Internacional de Entrenamiento e Investigaciones Médicas (CIDEIM), un  instituto de investigación  con  fuertes  vínculos tanto con Tulane como  con  TDR  que  Jackeline  ve como modelo  de configuración. Esto, sin duda, ayudó a inspirarla en  su  trabajo  posterior  en el desarrollo de capacidades   (el CIDEIM ha sido un Centro Regional de Capacitación para el TDR desde la década de  1990.)”, recoge la publicación.

De la clínica al laboratorio y al campo
En los laboratorios del Hospital Escuela, la doctora Alger ha realizado gran parte de sus investigaciones.


Su trabajo en la clínica, en los laboratorios y en el campo en las diferentes facetas de su vida le han llevado a escenarios que la hacen cercana a las realidades propias de contextos sociales alejados de la mano de Dios. 


Así, Jackie Alger trabajó en los campos de refugiados en las zonas fronterizas hondureñas, cuando la región centroamericana vivió sus guerras intestinas y el producto de la “guerra fría” que provocó en este país la llegada de miles dx|e refugiados que eran atendidos por ACNUR.


Foto 4. En los laboratorios del Hospital Escuela, la doctora Alger ha realizado gran parte de sus investigaciones.

Su alma de tutora 

En la UNAH, el principal centro de estudios superiores en el país, ella ha estado ligada a sus colegas y ha sido cercana a los estudiantes y sus entornos, además de una tutora apasionada y empedernida.
En ese contexto, esta investigadora catracha, es activa formadora dentro de la Red Regional de Centros de Capacitación en América Latina y el  Caribe  (Planeación y Evaluación Efectivas de Proyectos de Investigación, Buenas  Prácticas de Investigación de Salud,   Investigación de Implementación), destaca como Honduras lidera procesos en la región capacitando a profesionales  de  Guatemala, Cuba, El Salvador, Costa Rica, al igual que nacionales.


En su trabajo en Colombia Jackie Alger se desenvolvió en lugares hostiles, allí visitó    áreas  en  conflicto  como  Caqueta  y  Vaupez, donde las irrupciones violentas y enfrentamientos armados  no fueron extraños durante su estadía en la zona. 

Foto 5. En la ceremonia Homenaje como Médico del año 2019, junto familiares y amigos, de izquierda a derecha: Roberto Budde (amigo), Juan Manuel García (esposo), J Alger, Rosa María Alger (hermana), Guillermo Alger (hermano), Idalia Guerrero de Alger (cuñada), Jackeline Alger Guerrero (sobrina), Omar Contreras (amigo, enfocando con una cámara a la derecha)


La doctora Alger también es    profesora  asociada  adjunta  en la Escuela de Salud    Pública y Medicina Tropical de la Universidad  de  Tulane  (SPHTM),  es   miembro  del Consejo  Editorial  de  la Revista Médica Hondureña  desde  1998, del Comité  Asesor de la Biblioteca de Salud Virtual de  Honduras,  Biblioteca Médica Nacional, Sistema bibliotecario, UNAH , desde 2002 y  desde 2010 del Comité Asesor de Investigaciones en Salud (CAIS) de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud. 


Esta sampedrana, proveniente de una familia que le apoyó en sus sueños de ser médica, una visión que tuvo clara desde sus primeros años, también ha desafiado las barreras de género, quizá por sus escenarios en los que ha luchado y trabajado acuerpada por otras mujeres que como Rina  G. de Kaminsky en la UNAH,  y Nancy Saravia en el  CIDEIM,  le impulsaron su vuelo.


Para ella la investigación, la formación, la tutoría son inherentes a su atmosfera porque son actividades vinculadas a crear capacidades y eso le hace ser una orgullosa maestra que se regocija de ver como sus estudiantes se destacan y son constructores en un país que requiere mucho más de la academia.


Aun con sus grandes retos académicos, presentes en su cotidianidad, Jackie Alger guarda una parte de su vida que para ella es insustituible: su marido, tres hijos y 10 nietos, con los que disfruta espacios que le llevan al avistamiento, a las reliquias ancestrales mayas y a la intimidad de una vida que sigue, incansablemente edificando.
Fuente: Proceso Digital